Tipos de piercings, causas de infección y cómo tratarla en cada tipo de piercing.

Los piercings pueden realizarse en diversas partes del cuerpo, y algunos de los más comunes son los siguientes:

1. Piercings en las orejas

• Lóbulo de la oreja: Es uno de los piercings más populares y se realiza en el lóbulo de la oreja.
• Tragus: En la parte del cartílago que se encuentra frente al canal auditivo.
• Helix: En la parte superior del cartílago de la oreja.
• Conch: En el centro del cartílago de la oreja.
• Industrial: Dos perforaciones conectadas por una barra en el cartílago superior de la oreja.

2. Piercings faciales

• Septum: Se realiza en el tabique nasal.
• Nostril: En la parte inferior de la nariz, en la fosa nasal.
• Monroe/Marilyn: En el lado superior del labio, cerca de la línea del labio superior (a menudo imita un lunar).
• Medusa: En el centro del labio superior, justo por encima del arco de Cupido.
• Labret: Abajo del labio, en el centro o a un lado.
• Derrière: Se realiza en el centro del labio inferior.

3. Piercings en el cuerpo

• Ombligo: En el centro del ombligo, uno de los piercings corporales más comunes.
• Pecho (Nipples): En los pezones, tanto para hombres como mujeres.
• Piercing en la lengua: Se realiza en el centro de la lengua.
• Piercing en la zona genital: Se pueden hacer en varias zonas del área genital (clítoris, labios vaginales, etc. en mujeres, y en el frenillo del pene o el glande en hombres).

4. Piercings en otras partes del cuerpo

• Piercings en las cejas: Generalmente realizados en la parte superior de la ceja.
• Piercing en la espalda (derriere, collar de espinas): En la parte superior de la espalda o en la zona inferior.
• Piercing en la muñeca: En la zona interna o externa de la muñeca.

Causas de infecciones en los piercings

Las infecciones pueden ocurrir en cualquier tipo de piercing, pero algunas zonas del cuerpo pueden ser más propensas debido a factores como la exposición a bacterias, la higiene y la técnica del piercing. Las principales causas de infecciones son:

1. Falta de higiene adecuada

• No limpiar el piercing adecuadamente durante el proceso de curación puede permitir la acumulación de bacterias. Es importante seguir las instrucciones del profesional sobre cómo limpiarlo y con qué frecuencia.

2. Uso de material no estéril

• Si el piercing no se realiza con agujas estériles o el equipo no está adecuadamente desinfectado, puede haber un alto riesgo de infección.

3. Tocar el piercing con manos sucias

• Manipular el piercing sin lavarse las manos adecuadamente puede transferir bacterias del ambiente o de la piel a la zona perforada.

4. Cambio prematuro del piercing

• Cambiar el pendiente antes de que el piercing haya cicatrizado completamente puede causar irritación e infección.

5. Traumatismo o irritación

• El roce con ropa ajustada, dormir sobre el piercing o golpearse accidentalmente puede irritar la zona y facilitar la entrada de bacterias.

6. Reacciones alérgicas

• Algunas personas pueden ser alérgicas al material del piercing, especialmente a metales como el níquel. Esto puede causar irritación e inflamación que favorece la infección.

7. Condiciones de salud preexistentes

• Algunas condiciones de salud, como diabetes, pueden hacer que el cuerpo tarde más en sanar o se vuelva más susceptible a infecciones.

Cómo tratar las infecciones en los piercings

Si detectas una infección en un piercing, es importante tratarla de inmediato para evitar complicaciones. A continuación, te explico cómo hacerlo:

1. Limpieza adecuada

• Limpieza con solución salina: La solución salina es ideal para la limpieza de los piercings. Puedes comprarla en tiendas de piercings o hacerla en casa (mezclando 1 cucharadita de sal no yodada en 250 ml de agua tibia). Usa un hisopo de algodón o una gasa estéril para aplicar la solución al área infectada.
• Evita el uso de alcohol o peróxido de hidrógeno: Estos productos pueden irritar y resecar la zona, retrasando el proceso de curación.

2. No tocar ni mover el piercing

• Evita tocar el piercing con las manos sucias o moverlo innecesariamente. Esto puede introducir más bacterias y retrasar la curación.

3. Aplicación de pomadas antibióticas

• En algunos casos, el uso de una pomada antibiótica (como la neomicina) puede ser útil para tratar la infección. Aplica una pequeña cantidad en el área afectada y cubre con una venda estéril. No uses cremas o ungüentos con ingredientes como el mercurocromo, ya que pueden irritar la piel.

4. Evita la exposición al agua sucia

• Durante la fase de curación, evita nadar en piscinas, jacuzzis o lugares con agua no esterilizada, ya que pueden introducir bacterias en la herida.

5. Comer una dieta saludable y mantener una buena higiene general

• Mantener el cuerpo saludable con una dieta equilibrada y asegurarte de tener una higiene general adecuada puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y favorecer la curación de la infección.

6. Consultar a un profesional si la infección persiste

• Si la infección no mejora después de unos días de tratamiento en casa, o si se agrava (enrojecimiento severo, dolor intenso, pus, fiebre), es recomendable consultar a un médico o profesional especializado. En algunos casos, la infección puede requerir antibióticos orales o el retiro del piercing para evitar complicaciones.

7. Uso de un antibiótico oral

• Si la infección se agrava o no mejora con los tratamientos tópicos, el médico puede prescribir antibióticos orales para eliminar la infección.

Prevención de infecciones en piercings

1. Asegúrate de que el piercing lo haga un profesional certificado.
2. Mantén la higiene del piercing durante todo el proceso de curación (puede durar varias semanas).
3. Evita tocarlo innecesariamente.
4. No cambies el piercing hasta que haya cicatrizado completamente.
5. Usa pendientes de materiales hipoalergénicos como titanio, acero inoxidable o niquelado de baja concentración.

Con estos cuidados y tratamientos, puedes reducir el riesgo de infecciones y asegurarte de que tus piercings cicatricen adecuadamente.