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El consumo excesivo de embutidos puede tener varios efectos negativos sobre la salud, especialmente en lo que respecta a las arterias y el sistema cardiovascular en general. Algunos de los principales riesgos incluyen:
- Aumento del riesgo cardiovascular: Los embutidos tienden a ser abundantes en grasas saturadas y colesterol, lo cual puede favorecer el incremento de los niveles de colesterol LDL («malo») en el torrente sanguíneo. Esto promueve la creación de plaques grasas en las arterias, una condición conocida como aterosclerosis, que puede acortar y robustecer las arterias, incrementando la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.
- Elevación de la presión arterial: Numerosos embutidos poseen grandes volúmenes de sodio, que se emplea como preservativo y para potenciar el gusto. El consumo excesivo de sodio en la alimentación puede incrementar la tensión arterial, lo que, consecuentemente, incrementa la probabilidad de padecer enfermedades del corazón y dañar las arterias.
- Incremento de la inflamación: Varios estudios indican que la ingesta habitual de carnes procesadas como los embutidos podría estar vinculada con un incremento en la inflamación corporal. La inflamación persistente es un elemento que promueve el surgimiento de afecciones cardiovasculares y puede perjudicar las arterias con el paso del tiempo.
- Riesgo de diabetes tipo 2: Se ha vinculado también un consumo excesivo de embutidos con un incremento en el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Esto, sumado al impacto en la salud arterial, puede deteriorar aún más la salud del corazón.
- Sustancias potencialmente dañinas: Frecuentemente, los embutidos procesados incluyen aditivos como nitratos y nitritos, los cuales pueden generar sustancias cancerígenas al ser metabolizados en el organismo. Esto no solo incrementa la probabilidad de algunos tipos de cáncer, sino que también podría causar impactos perjudiciales a largo plazo en la salud de las arterias.
En conclusión, un consumo excesivo y constante de embutidos puede perjudicar la salud de las arterias, incrementar la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares y aportar a otros problemas de salud, tales como la diabetes y el cáncer. Es aconsejable controlar su ingesta y elegir una alimentación balanceada, abundante en productos frescos y menos procesados.
Cómo el exceso de embutidos afecta tu salud.
